EL BORICUA CANTÓ ANTE CASI 6.000 PERSONAS
San Juan deliró con Chayanne
Distendido y locuaz, sedujo al público con sus canciones y sus sensuales movimientos.
A las 22 en punto, las luces del estadio cerrado Aldo Cantoni se apagaron de golpe y su figura emergió sobre una gran plataforma montada en el gigantesco escenario, para dar comienzo a "Mi tiempo", el esperado e imponente show de regreso de Chayanne luego de 8 años de ausencia.Los gritos ensordecedores de más de 5.500 personas estallaron de emoción cuando el cantante boricua comenzó a entonar "Y tú te vas", vestido con remera, pantalón gris y chaleco al tono; y no se acallaron hasta el final del recital, una hora y cuarenta minutos después.Luego de cantar "Salomé", "Boom Boom" y Atado a tu amor", recién saludó a su público, que le extendía las manos con devoción intentando tocarlo.
"Muchas gracias por este amor que estoy recibiendo esta noche. Esto se ha hecho todo de corazón. Hacía mucho tiempo que no me veían la carita, San Juan", dijo, y con voz seductora anunció: "Esta noche pueden hacer con nosotros lo que quieran", frase que elevó aún más la emoción desbordada en el estadio.Luego de su breve charla con el público, arremetió "No sé por qué", "Yo te amo" y "Caprichosa", momento en el que excitó aún más a sus seguidoras al sacarse el chaleco y la remera en contraluz, mientras su imagen se reproducía en todas las pantallas ubicadas en el estadio.Cuando arrojó el cinturón y amagó con desprenderse el pantalón, su figura se esfumó y apareció en escena de nuevo, ahora con una camisa.No faltaron en este reencuentro con San Juan, los clásicos de su repertorio Dejaría todo, Torero, Caprichosa y Provócame. Y por supuesto, las canciones de Mi Tiempo: Si nos quedara poco tiempo, Lola, Cuestión de feeling, Tengo miedo, indispensable, Bailarina, Te amaré, Sin palabras de relleno, Me voy a Río, Loco por vos y Juicio final.Frenético, imparable, feliz, seductor, Chayanne se movió por el escenario como pez en el agua, tirando besos a cada sector del público mientras dirigía la mirada y estiraba el dedo índice como señalando a una mujer en particular y miles de fanáticas sentían que ese beso estaba dedicado a una de ellas.Con su calidez de siempre, se inclinó en varias oportunidades durante el espectáculo para acariciar a las cientos de manos que buscaban tocarlo, y se movió sensualmente todo el tiempo, arrancando los suspiros de las sus seguidoras, que esperaron ocho años para volver a verlo.
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