Chayanne, no tiene imposibles

Por su fuerza interpretativa, el despliegue escénico y la energía que imprime a sus bailes coreográficos, al cantante puertorriqueño Chayanne se le han dado los apelativos de Ciclón, Hombre Show y El Tremendo. Él los conoce todos y ríe con cierta timidez al recordar las palabras de cariño que sus fans le gritan en sus espectáculos. “¿Tremendo?, nooooo”, dice en un diálogo telefónico con este Diario desde Miami (EE.UU.), donde se estableció en 1986. “Creo que soy sencillo y es normal que disfrute de la tarima. Me dicen que soy otra persona cuando subo a ella porque cuando estoy fuera soy más tranquilo. Si voy a una fiesta contigo me vas a ver sentado mirando, porque tengo grandes ojos para mirar”, acota y vuelve a reír. Locuaz, sin tapujos y presto a hablar inclusive sobre su rol de padre y esposo. Chayanne asegura sentirse feliz con la idea de llegar a Ecuador con nuevas presentaciones. Estas son parte de una gira que emprendió en Los Ángeles en marzo del 2010 y aspira a concluir en junio de este año en México. A su periplo lo denominó No hay imposibles, en alusión a la producción discográfica que dio a conocer en el 2010 y que promociona. “Imposible no hay nada. Uno lucha por las cosas que quiere. Es una expresión positiva porque hay que seguir luchando. No creo que la vida sea color de rosa, pero uno busca la felicidad. Son esos muchos momentos de felicidad los que hacen que tu vida sea positiva”. El boricua señala que en No hay imposibles le canta al amor, a la pareja, a la fiesta. Confiesa estar en una permanente búsqueda de la alegría y vivir a plenitud las tradiciones. En sus shows se da por completo y agradece el cariño que recibe de la gente. “Soy un agradecido de lo que la vida me ha regalado. No es que estoy riéndome de 24 (horas) a 7 (días de la semana), pero trato de buscar esos momentos de donde me agarro para ser positivo y cuando pasa cualquier cosita aprendo y sigo mi camino”. Para el tour No hay imposibles Chayanne empezó a prepararse desde noviembre del 2009. Primero convocó a los músicos y bailarines que lo acompañan en el recorrido, y que son originarios de varios países, y luego puso fecha a los ensayos y estructuró el espectáculo. show cambia de una gira a otra. Su puesta en escena, coreografías, vestuarios, luces, tecnologías, sonidos (que según el lugar puede ser más rock, pop o isleño; en Ecuador será pop romántico). Pasan 2, 3, 4 y 5 años y se puede poner en práctica lo aprendido. Es complejo, bonito y divertido, pero también tiene su estrés”. Pese a todo lo que implica la producción, Chayanne expresa disfrutar de las presentaciones y al concluir el ciclo retomará el trabajo que no se ve. Ese que está detrás de los escenarios y que se inicia al contactar a los productores para grabar un nuevo disco. También tiene ¬y lo agradece a Dios¬ invitaciones para participar en nuevas producciones cinematográficas. La más reciente fue Enredados, donde dio voz (en el doblaje al español) a Flynn Rider, el coprotagonista de la cinta animada de Disney. “Lo hice durante la gira”, indica Chayanne sin ocultar su emoción. “Me dio mucha ilusión. Es que cuando uno va de chiquito a Disney o ve sus filmes se crea la fantasía y después hacer la voz de uno de sus personajes de caricaturas, es increíble. Son sorpresas que te da la vida”. Fuente: www.eluniverso.com