Chayanne paseó ayer como un turista más por la plaza del Pilar. Justo después de aterrizar en la capital aragonesa, el boricua se hizo con una guía turística y se echó a la calle. Ni meneó las caderas ni cantó el Torero para pasar desapercibido. Ni siquiera se molestó cuando no le dejaron entrar a la catedral de la Seo.
"No la podré ver. Ahora voy al Pilar", dijo el cantante que arribó a Zaragoza dos días antes de su concierto, que ofrece mañana.Apenas puso pie en Zaragoza, el puertorriqueño dejó sus maletas y se dispuso a conocer el lugar más emblemático de la ciudad.
Venía con esa idea.Vestido de negro y junto a dos acompañantes, intentó esquivar su fama para cumplir con su plan: visitar la catedral y luego la basílica, aunque justo al comenzar su recorrido supo que no todo le iba a salir como había planeado.
Mientras caminaba frente al Ayuntamiento ya tuvo -como siempre- que atender a las y los fans que le pedían una foto y algún autógrafo. Desde niñas de diez años hasta mujeres de sesenta, todas lanzaban algún piropo al intérprete de Salomé en cuanto se les pasaba la sorpresa de habérselo encontrado.
Una señora incluso le dijo a su hija: "Mira, se parece a Chayanne". La hija lo vio claro y salió corriendo a saludarle. Y no importó que fuese con chanclas y sin afeitar, el magnetismo no lo perdió. "Míralo, ¡qué guapo es!", comentó un hombre mientras el boricua pasaba frente a la estatua de Goya.
"¡Chayanne!", le llamó a gritos una mujer al verlo.Acostumbrado a los paparazzis que le persiguen por las calles de Miami (donde reside), el artista no tuvo problemas a la hora de posar para todo aquel que se lo solicitó: ofrecía su sonrisa perfecta y un "sí, mi amor" que conquistó más si cabe a todos ellos.
Elmer Figueroa Arce es el verdadero nombre de este cantante, que sacó su apodo artístico de una serie de televisión (Cheyenne) que su madre solía ver. Han pasado 32 años y hoy puede presumir de haber vendido más de 15 millones de discos en el mundo.
Tanto se ha movido que él mismo confiesa que le resulta "imposible" saber dónde sí y dónde no ha estado. "No recuerdo si alguna vez he pasado por aquí, pero esto es bellísimo", afirmó entusiasmado mientras contemplaba la estatua de Goya.Quizá Chayanne no lo recuerde, pero hace ocho años estuvo a punto de venir Zaragoza a un concierto que terminó cancelándose a última hora.
Donde sí ha estado es en Barbastro, allí llenó la plaza de toros hasta la bandera en sus dos conciertos.Mañana se subirá al escenario de la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza y a las 21.30 comenzará a lucirse con sus coreografías y canciones.
Mezclará sus clásicos con sus más recientes composiciones, que pertenecen a su nuevo y exitoso álbum No hay imposibles. Desde que se publicó, ha estado entre los diez más vendidos de la lista de Promusicae.
El disco llega después de dos años en los que el puertorriqueño ha estado alejado de la música. Porque Chayanne también es actor y bailarín, y en los últimos tiempos ha estado interpretando a un vampiro en una telenovela.
En ese par de años también quiso estar más tiempo junto a su esposa, la modelo Marilisa Maronesse, con la que tiene dos hijos. Ahora ha vuelto a la música y nadie de su familia le pudo acompañar ayer en su visita a la plaza del Pilar.A su paso por el Ayuntamiento le presentaron al patrón de Zaragoza, San Valero, al que no conocía.
Y cuando se dio cuenta que pronto iba a llover, le pidió un paraguas a uno de sus compañeros, aunque la basílica del Pilar terminó siendo su refugio cuando comenzó la tormenta.
El cantante de Salomé tenía pensado invertir una hora en visitar la Seo, pero salió a los cinco minutos. Eso sí, sin perder la sonrisa: "Nosotros vamos como cualquier otro. Nos han dicho que hay misa y no podemos entrar, no pasa nada. Desde fuera se ve muy bonita".
Fuente: www.heraldodesoria.es
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