jueves, 8 de julio de 2010

Chayanne se desprende entre baile y canto

No hubo decepción. Chayanne complació a la fanaticada zuliana con energía, baile, movimientos sensuales y una voz totalmente afinada, tal cual disco. Ayer se presentó en el Palacio de Eventos de Venezuela y ofreció un emocionante concierto enmarcado en su gira No Hay Imposibles Tour 2010.
La gente lo esperaba y lo aclamaba desde tempranas horas, pero la verdadera histeria comenzó a las 9.30 de la noche, cuando las luces se apagaron y los músicos tomaron su lugar. Los gritos ensordecedores casi no dejaban escuchar las notas musicales que ya sonaban, el humo añadía un elemento importante a la expectativa y las luces hacían su juego. Más o menos dos minutos duró el preámbulo, entonces el boricua salió por la parte de abajo del escenario y eso bastó.
Lució una camisa morada combinada con chaleco y pantalón negro. Provócame fue el abreboca de un repertorio que provocó suspiros en las casi tres mil personas que se encontraban en el recinto. Los bailarines (seis hombres y dos mujeres) también se convirtieron en foco de atención, demostrando talento y muchas horas de ensayo por sus coordinados pasos. "Buenas noches, gente bonita, estoy feliz de verles las caras de nuevo. Esto se ha hecho con mucho entusiasmo. Pueden hacer con nosotros lo que quieran, así que disfruten del show", fueron sus primeras palabras y luego siguió con el tema Un siglo sin ti.
El más simpático
Durante el evento, patrocinado por La Verdad y producido por Tresymedio, el cantante recibió peluches, toallas, flores, cartas y la bendición de una abuelita fanática que estaba en primera fila. Una de las frases que intercaló con las canciones fue: "Hacía tres años que no venía. Estaba grabando una miniserie en la que interpretaba a un vampiro. Andaba chupando sangre por ahí". En ese momento las mujeres gritaron como locas. "Por otro lado hice mi nuevo disco, del cual les presentaré hoy varias canciones. Se trata de un reencuentro con el amor". Allí cantó Si no estás y después se desató bailando encima de una mesa al ritmo de Caprichosa.
Desapareció por un segundo y apareció con otro atuendo. La parte romántica llegó con Y tú te vas, Cuidarte el alma, Atado a tu amor, Si nos quedara poco tiempo, Lo dejaría todo y Me enamoré de ti. El término del tema Salomé le sirvió para fingir el acostumbrado falso final. Regresó con una disculpa: "Yo no me voy de aquí sin despedirme. Tiempo de vals no faltó, ni tampoco Torero, con la que sí se fue prometiendo volver si lo llaman. "Cuando quieran que aparezca me avisan y me vengo corriendo".
Fuente: www.laverdad.com

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