Ya quisiera el Saprissa una barra tan “brava” como la que Chayanne meterá hoy en su estadio. Las entradas para verlo se agotaron en un santiamén. En otras palabras: esta noche los gritos femeninos serán al por mayor. Para los hombres el asunto no podría estar más claro y no importa si van por gusto propio o porque no les quedó otra que acompañar a sus novias, esposas, mamás o hermanas: esta noche, todos los varones serán invisibles en el estadio Ricardo Saprissa. Así que hágase a la idea de que para miles de mujeres eufóricas, usted será solo el encargado de sostener la sombrilla, el chofer designado o el salado que le tocará subir a la dama en hombros... para ellas, hoy el único hombre que cuenta es Chayanne.
¿Qué tiene este puertorriqueño para causar tal locura en las filas femeninas? “Todo”, dirán sus seguidoras, muchas de las cuales desde ya deben de estar montando guardia en las afueras del recinto tibaseño, donde su ídolo cantará a las 9 p. m.
Locura. No hay que ser un genio para adivinar que el Saprissa estará hoy hasta el copete. Esto pues las entradas para ver a Chayanne se agotaron en menos de una semana tras su salida al mercado. Cierto que hubo una promoción de Credomatic que ayudó, pero igual se sabe que este puertorriqueño causa estragos en las boleterías, sin importar el precio.
¿Que no tiene entrada y daría lo que sea por una? En estos momentos le quedan dos opciones: resignarse, pues la venta oficial está agotada y cerrada, o padecer la codicia de los revendedores que, de fijo, harán su ejercicio de especulación por todo Tibás. No sería nada raro que los boletos se “trafiquen” a precios inauditos y, lo peor, es que no faltará algún desesperado que los pague. Pero bueno, esto es algo en lo cada uno entra bajo su propio riesgo.
En el caso de que sí comprara su tiquete a tiempo y que no le dé la “atacazón” por hacer fila desde la mañana, sepa que las puertas del estadio se abrirán a las 5:30 p. m. y que conforme avance la noche podrá disfrutar de los platos de entrada: el baladista local Arnoldo Castillo y el también nacional trío Escats. Se espera que cerca de las 9 p. m. toque el turno de Elmer Figueroa Arce, conocido en todo el mundo como Chayanne.
Fenómeno. La visita de Chayanne se enmarca dentro de su gira Mi tiempo , una de las más exitosas de su ya larga carrera artística.
Días atrás el recorrido lo llevó a España, donde su tour fue uno de los más taquilleros de la temporada. A Costa Rica el intérprete llegará después de sendos llenazos en República Dominicana y Venezuela y, tras causar estragos en las gargantas de sus leales ticas, seguirá hacia Nicaragua (donde actuará este domingo), Honduras, El Salvador y Guatemala.
Para efectos costarricenses, el montaje del inmenso escenario que usará Chayanne empezó esta semana y ayer arribaron sus técnicos y músicos. Sin embargo, Producciones Marvin Córdoba informó que el cantante no llegaría sino hasta hoy, en un vuelo privado. Esto dificultará los deseos de aquellas seguidoras que quieran recibirlo en el aeropuerto, pues no hay un horario definido para su ingreso al país.
Durante su estadía aquí, Chayanne se hospedará en la suite del hotel Tryp Corobicí. Ahí contará con todo tipo de lujos y comodidades y, para tenerlo todavía más chineado, se pondrán a su disposición varios vehículos de lujo, de los cuales podrá escoger el que mejor le parezca.
En cuanto al espectáculo que trae, el boricua no se guardó nada, contrario a otras estrellas que a América Latina le dan montajes más discretos que aquellos que hacen en el Primer Mundo. Por esto, el artista viene acompañado con 30 toneladas de equipo técnico. En otras palabras: aquello será del delirio.
Ídolo. A sus 39 años, Chayanne puede rajar de ser uno de los pocos artistas que hicieron una transición exitosa de niño estrella a ídolo adulto. Ya se quisiera Pablito Ruiz una suerte al menos un poco parecida.
El hijo predilecto de Río Piedras saltó al estrellato como parte de Los Chicos, aquel cuarteto adolescente de pop que le hizo competencia a sus compatriotas de Menudo. Pero el joven Elmer no era uno más y, al contrario de sus compañeros Migue, Tony y Rey, logró no solo sobrevivir a la desaparición del grupo, sino superar lo hecho por Los Chicos.
Desde entonces, las canciones de Chayanne se hicieron habituales en los primeros lugares de las listas de popularidad. Temas suyos como Tu pirata soy yo, Fuiste un trozo de hielo en la escarcha, Este ritmo se baila así, Fiesta en América, Tiempo de vals, Provócame, Dejaría todo, Salomé, Torero, Y tú te vas, Un siglo sin ti y la reciente Si nos quedara poco tiempo ya son parte del cancionero pop latinoamericano y han animado miles de serenatas, declaraciones de amor y rupturas.
A todo esto hay que sumarle que, aunque no es su prioridad, Chayanne también ha crecido como actor. Al cine llegó con las peliculillas de Los Chicos y, tras un par de telenovelas olvidables, entró a Hollywood para hacer pareja con Vanessa Williams en Baila conmigo y dar de qué hablar en la serie Ally McBeall .
Pero el Chayanne que viene es el cantante, el que con una sonrisa derrite hasta a una frígida. Así que ni modo señores, hoy, por culpa de él, en el estadio Saprissa les tocará ser invisibles.
¿Qué tiene este puertorriqueño para causar tal locura en las filas femeninas? “Todo”, dirán sus seguidoras, muchas de las cuales desde ya deben de estar montando guardia en las afueras del recinto tibaseño, donde su ídolo cantará a las 9 p. m.
Locura. No hay que ser un genio para adivinar que el Saprissa estará hoy hasta el copete. Esto pues las entradas para ver a Chayanne se agotaron en menos de una semana tras su salida al mercado. Cierto que hubo una promoción de Credomatic que ayudó, pero igual se sabe que este puertorriqueño causa estragos en las boleterías, sin importar el precio.
¿Que no tiene entrada y daría lo que sea por una? En estos momentos le quedan dos opciones: resignarse, pues la venta oficial está agotada y cerrada, o padecer la codicia de los revendedores que, de fijo, harán su ejercicio de especulación por todo Tibás. No sería nada raro que los boletos se “trafiquen” a precios inauditos y, lo peor, es que no faltará algún desesperado que los pague. Pero bueno, esto es algo en lo cada uno entra bajo su propio riesgo.
En el caso de que sí comprara su tiquete a tiempo y que no le dé la “atacazón” por hacer fila desde la mañana, sepa que las puertas del estadio se abrirán a las 5:30 p. m. y que conforme avance la noche podrá disfrutar de los platos de entrada: el baladista local Arnoldo Castillo y el también nacional trío Escats. Se espera que cerca de las 9 p. m. toque el turno de Elmer Figueroa Arce, conocido en todo el mundo como Chayanne.
Fenómeno. La visita de Chayanne se enmarca dentro de su gira Mi tiempo , una de las más exitosas de su ya larga carrera artística.
Días atrás el recorrido lo llevó a España, donde su tour fue uno de los más taquilleros de la temporada. A Costa Rica el intérprete llegará después de sendos llenazos en República Dominicana y Venezuela y, tras causar estragos en las gargantas de sus leales ticas, seguirá hacia Nicaragua (donde actuará este domingo), Honduras, El Salvador y Guatemala.
Para efectos costarricenses, el montaje del inmenso escenario que usará Chayanne empezó esta semana y ayer arribaron sus técnicos y músicos. Sin embargo, Producciones Marvin Córdoba informó que el cantante no llegaría sino hasta hoy, en un vuelo privado. Esto dificultará los deseos de aquellas seguidoras que quieran recibirlo en el aeropuerto, pues no hay un horario definido para su ingreso al país.
Durante su estadía aquí, Chayanne se hospedará en la suite del hotel Tryp Corobicí. Ahí contará con todo tipo de lujos y comodidades y, para tenerlo todavía más chineado, se pondrán a su disposición varios vehículos de lujo, de los cuales podrá escoger el que mejor le parezca.
En cuanto al espectáculo que trae, el boricua no se guardó nada, contrario a otras estrellas que a América Latina le dan montajes más discretos que aquellos que hacen en el Primer Mundo. Por esto, el artista viene acompañado con 30 toneladas de equipo técnico. En otras palabras: aquello será del delirio.
Ídolo. A sus 39 años, Chayanne puede rajar de ser uno de los pocos artistas que hicieron una transición exitosa de niño estrella a ídolo adulto. Ya se quisiera Pablito Ruiz una suerte al menos un poco parecida.
El hijo predilecto de Río Piedras saltó al estrellato como parte de Los Chicos, aquel cuarteto adolescente de pop que le hizo competencia a sus compatriotas de Menudo. Pero el joven Elmer no era uno más y, al contrario de sus compañeros Migue, Tony y Rey, logró no solo sobrevivir a la desaparición del grupo, sino superar lo hecho por Los Chicos.
Desde entonces, las canciones de Chayanne se hicieron habituales en los primeros lugares de las listas de popularidad. Temas suyos como Tu pirata soy yo, Fuiste un trozo de hielo en la escarcha, Este ritmo se baila así, Fiesta en América, Tiempo de vals, Provócame, Dejaría todo, Salomé, Torero, Y tú te vas, Un siglo sin ti y la reciente Si nos quedara poco tiempo ya son parte del cancionero pop latinoamericano y han animado miles de serenatas, declaraciones de amor y rupturas.
A todo esto hay que sumarle que, aunque no es su prioridad, Chayanne también ha crecido como actor. Al cine llegó con las peliculillas de Los Chicos y, tras un par de telenovelas olvidables, entró a Hollywood para hacer pareja con Vanessa Williams en Baila conmigo y dar de qué hablar en la serie Ally McBeall .
Pero el Chayanne que viene es el cantante, el que con una sonrisa derrite hasta a una frígida. Así que ni modo señores, hoy, por culpa de él, en el estadio Saprissa les tocará ser invisibles.
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